martes, 24 de octubre de 2023

Autoras Chilenas

 MAGDALENA PETIT MARFÁN (1903-1968)

Tuvo el privilegio de aspirar a una vida instruida desde muy joven. Así, instada por su padre, cursó la carrera de medicina, la que abandonó para ingresar al Conservatorio Nacional y estudiar piano. Finalmente, su opción fue dedicarse a la literatura.

Dotada de una amplia cultura y conocedora profunda de las letras europeas, especialmente de la literatura francesa, Magdalena Petit se inició con un artículo sobre Marcel Proust, el que fue publicado en la revista Atenea. Esto le significó no sólo el reconocimiento de sus pares, ya que fue una de las primeras en hablar de Proust en Chile, sino que le permitió trabajar como colaboradora permanente en las revistas Zig-Zag, Nosotros, Excelsior y Atenea y en periódicos tales como La Nación y El Diario Ilustrado. Sus columnas y críticas trataron sobre temas de contingencia nacional; autores europeos; escritores chilenos tales como Gabriela Mistral, Alone, Vicente Huidobro y Pablo Neruda y comentarios críticos sobre obras de teatro y cintas cinematográficas.

Cultivó el ensayo, el teatro, la novela, la biografía y también escribió libros para niños. Tuvo especial interés por las novelas de base histórica, cuyas fuentes fueron personajes claves y cotidianos de la vida nacional. En esta línea, escribió La Quintrala (1934), que fue premiada por el diario La Nación en 1932 y Los Pincheira (1949), ambientada en Chillán. Asimismo, escribió cuatro biografías de personajes: Don Diego Portales: (el hombre sin concupiscencia) (1937), Biografía de Gabriela Mistral (1946), El patriota Manuel Rodríguez (1951) y San Martín y el Ejército Libertado: (un hombre y su ideal) (1965).

Otro de sus libros más reconocidos por la crítica fue Caleuche (1946), basado en la leyenda del barco fantasma de los mares de Chiloé.

No circunscribió su obra al Criollismo literario chileno, pero sí recibió la influencia de éste, la que se manifestó en: la impersonalidad narrativa, el determinismo que ejerció el medioambiente sobre los personajes, la preferencia por suburbios campesinos y urbanos como escenarios y la documentación histórica. Una excepción a su producción literaria fue Un hombre en el Universo (1951), pues significó, según Juan Gabriel Araya, "la superación absoluta de la utilización de los mitos históricos o legendarios y el ingreso a un espacio novelesco enigmático y psicológico".

María Carolina Geel mostró una nueva faceta: la de ensayista. Su intención fue dar un merecido reconocimiento a quienes, según la autora, entregaron un valioso aporte a las letras nacionales: "Estas reseñas nacieron de un pensamiento de justicia. En mi país la labor literaria de las mujeres es de incontrovertible valor y trascendencia; sin embargo no existe, que yo sepa, un volumen que reúna sus nombres y destaque sus obras. Vacío extraño, en verdad, en una tierra que ostenta el honor de haber sido honrada, por intermedio de una hija ilustre, con el premio mundial de literatura.

A estos modestos estudios, les  faltan, no pocas figuras ya consagradas, como una obra de reconocimiento, no de tarea crítica. No hay aquí procedencia de valores y salvo el nombre demasiado insigne de Gabriela Mistral, el resto sigue un estricto orden alfabético" (Prólogo. Siete escritoras chilenas. Santiago: Rapa Nui, 1949, p. 1).

 

En este modesto volumen, María Carolina Geel destacó la labor de Gabriela Mistral, a quien definió, desde una perspectiva genérica masculina, como "uno de los más ilustres poetas del habla castellana de la primera mitad de nuestro siglo"; a María Luisa Bombal, "la más depurada prosista de nuestras letras"; a Marta Brunet, "la más relevante de nuestros escritores criollistas"; a Amanda Labarca, pues "pocas personas en Chile han tenido una mayor ingerencia en la vida literaria que ella"; a María Monvel, por su poesía "siempre clara, transparente, melódica por excelencia y, por tanto, sencilla"; a Chela Reyes, por manejar "en poco común equilibrio el acento eterno de la poesía pura con las modernísimas formas que inquietan nuestra época", y, por último, a Luz de Viana, a quien comparó con Virginia Wolf.

Actuales con sus obras

El cuaderno de Maya, Isabel Allende

Una historia distinta a las que nos tiene acostumbrad@s la autora. Maya es una adolescente estadounidense que, luego de meterse en problemas de alcohol y drogas, debe refugiarse en Chiloé para iniciar una nueva vida.

El lugar del otro, Pía Barros

El lugar del otro> reúne un conjunto de relatos donde es posible advertir el grado de perfección alcanzado en el oficio de escribir un cuento. El tema que cruza los cuentos ese lugar-espacio que invadimos, y, a veces, incluso usurpamos con nuestros propósitos personales, sin pensar en aquellos a quienes nuestros asuntos afectan y aún algunas veces, como ocurre en los cuentos El lugar del otro, Eso que tú sabes, Cupones de descuento, aniquila vidas inocentes (Letras de Chile)

Album familiar, Sara Bertrand

La narradora de esta novela nos habla de una madre que pierde la memoria, de la experiencia de un régimen y de un grupo de niños que descubren la ciudad y la costa, el dolor y el miedo, además de los primeros amores. Así, los días lunes, el himno nacional, las fiestas y una serie de vivencias son teñidas por el gris de la repetición y el control.

Rudas, Carolina Brown

Cuatro cuentos de mujeres fuertes, puestas a prueba en situaciones límites, donde la naturaleza y lo salvaje juega un rol clave. Un libro con una excelente recepción por parte de la crítica y los lectores.

Descolocados. Mujeres empoderadas, hombres perplejos. Lenka Carvallo

Cómo viven los hombres sus relaciones con la nueva generación de mujeres?, esa es la pregunta que intenta responder el libro “Descolocados. Mujeres empoderadas, hombres perplejos”. La publicación se hace cargo de la parálisis en la que se encuentran los hombres frente a las llamadas “mujeres alfa”.

Luz en Berlín, Patricia Cerda

Berlín, 1989. Es chilena y hace un año que llegó a la ciudad para cursar un doctorado en Filosofía. Son años difíciles. La noche del 9 de noviembre asiste a la conferencia de prensa en que Günter Schabowski anuncia la apertura de la frontera entre las dos Alemanias. Sumergida en la multitud y el frenesí de la historia, Luz vive de cerca las dinámicas que llevan a la caída de la RDA y la reunificación de Alemania.

La leva, Larissa Contreras

La felicidad es una perra en celo, y todos quieren montarla. Esta afirmación del narrador de la primera novela de Larissa Contreras es el eje soterrado de las motivaciones y del quehacer de sus personajes. A partir de ahí se desarrollan los encuentros, las situaciones, las visiones que experimentan Santiago Lebrel, Graciela y la Central, entre otras figuras destacadas.

El sistema del tacto, Alejandra Costamagna

Ania, la protagonista de esta novela, recibe una petición de su padre: que acuda en representación de la familia a despedir a su tío Agustín, quien agoniza al otro lado de la cordillera. Para hacerlo la mujer emprenderá un viaje de mil quinientos kilómetros, que será también una huida del presente y un desplazamiento hacia las fronteras difusas de la memoria.

Insolentes, Eva Debia

¿En qué radica la insolencia?… acá hay dieciséis talentos, dieciséis historias, dieciséis vidas, dieciséis ejemplos: Rosita Serrano, Matilde Ladrón de Guevara, Matilde Pérez, Ana González, Violeta Parra, Gabriela Mistral, Sonia Viveros, Stella Díaz Varín, Lily Garafulic, Silvia Piñeiro, Rebeca Matte, Margot Loyola, Teresa Wilms Montt, Guadalupe del Carmen, Marta Colvin y Malú Gatica.

Oxido de Carmen, Ana María del Río

“Óxido de Carmen, de Ana María del Río, es una novela de amor entre dos desafortunados niños, pero en realidad es una metáfora sobre la hipocresía, la represión, el fanatismo y la nostalgia de la libertad.

Es una historia que narra la presión y la prisión ejercida por las familias tradicionales chilenas sobre los seres únicos, los que se niegan a seguir la norma y van contra la corriente con valentía”. Isabel Allende, escritora

Mano de obra, Diamela Eltit

“Mano de obra”, de la escritora y académica , Diamela Eltit González, fue considerado como uno de los diez libros iberoamericanos más destacados del milenio, por el portal hispano Notimérica. El libro, que, en palabras de Raquel Olea, presenta «una metáfora ejemplar de la fagocitación del sujeto público y del discurso social en la sociedad chilena actual».

 

Chilean Electric, Nona Fernández

“Si de algo trata ”Chilean Electric” es de cómo nos ligamos al pasado, a nuestros recuerdos y a los recuerdos de otros, que pasan a ser nuestros. Trata de la memoria. En estas páginas el país es la suma de las historias de sus familias y de sus barrios. Memoria no sólo es hablar de dictadura y derechos humanos, también es la capacidad de perpetuar que hubo y hay otras maneras de vivir, otras maneras de comunicarnos, fuera del modelo cultural y de sociedad que tenemos hoy.” (Ojo en tinta)

Contigo en la distancia, Carla Guelfenbein

«Una novela de suspense literario construida con gran eficacia narrativa en torno a un memorable personaje femenino y al poder de la genialidad. La autora ha sabido entrelazar amores y enigmas con una escritura a la vez compleja y transparente.» Del acta del jurado del xviii Premio Alfaguara de novela, presidido por Javier Cercas y compuesto por Héctor Abad Faciolince, Ernesto Franco, Berna González Harbour, Concha Quirós y Pilar Reyes.

Capello, Lilian Flores Guerra

Capello, de Lilian Flores nos relata la infancia de Antonino Bracco en 1859, un muchacho campesino que vive con su madre y hermanas en el poblado de Novara, Italia. Su padre y su hermano mayor se encuentran en la defensa del ejército austríaco. Todo cambia cuando Antonino conoce a Vittorio Capello, quien posee una tienda de prendas de vestir elegantes, en especial sombreros, y comienza a trabajar para él, acercándose de esta manera a la clase alta, ajena hasta entonces a su mundo.

El testamento de Dolores, Pía González Suau

El testamento de Dolores, es una novela histórica situada en la independencia de Chile. Narra la vida de una niña abandonada en el campo y que es adoptada en una hacienda como sirvienta. Ella aprende a leer a escondidas, desafiando todas las normas establecidas. Esto la sumerge en mundos desconocidos, y divide su existencia entre la rutina doméstica y esa otra realidad, la de su imaginación, que le permite volar lejos, sin límites.

Todas somos la misma sombra, Catalina Infante

Todas somos una misma sombra es un libro de cuentos que reúne ocho relatos narrados por mujeres. Sus historias surgen desde una voz íntima femenina y dan cuenta de esa realidad silenciosa, subterránea y desconocida de las mujeres. Una caja secreta que se guarda muy adentro, una sombra oscura donde se esconden la frustración, la rabia, lo no dicho, la obsesión, la locura y el desamor.

Geografía de la lengua, Andrea Jeftanovic

Sara y Alex se conocen a bordo de un avión. Amor visceral inmediato a pesar de que no comparten la misma lengua. Desplazamientos de Sara hacia el Norte y de Alex hacia el Sur, sin que el hombre logre superar del todo una actitud de desconfianza hacia este hemisferio. En sucesivos encuentros, la pareja se familiariza con sus cuerpos y las apetencias eróticas de Alex, principalmente, pero sin ingresar a la interioridad del otro por el obstáculo de la lengua y porque la mayor parte del tiempo la relación se lleva a cabo en la realidad virtual .(Letras/My site)

El diario de viaje de desmadre. Italia. Gilda Luongo

“El Diario de Viaje de Gilda Luongo expresa públicamente su malestar

subjetivo radical dentro de los códigos de la cultura patriarcal y hace problemático el estatuto de la mujer dentro del discurso hegemónico de la cultura dominante. Su mayor fuerza, y de allí su propio nombre, focalizar la tensión existencial en el vínculo madre hija y dar cuenta de las rupturas de los sentidos y significaciones esencializadas en torno a la identidad de género. Gilda introduce la fractura de nociones de identidad y ofrece la

materialidad flagrante de los cuerpos y sus movimientos animados por pasión, deseo, goce y dolor. (Olga Grau)

Contra los hijos, Lina Meruane

Rudo e impío, y cargado de humor, Contra los hijos cuestiona los discursos culturales que promueven la preeminencia del hijo y lo llevan a ocupar un lugar despótico en el siglo XXI. Versión revisada y ampliada del publicado en 2014, este ensayo es una provocadora advertencia contra el retorno de un modelo conservador que pretende devolver a las mujeres al encierro doméstico.

Antes del después, Montserrat Martorell

Olimpia es una joven estudiante de literatura que descubre un secreto que marcará el devenir de su familia. Afectada por la bipolaridad y los recuerdos de su infancia, la protagonista de Antes del después va bordeando el tiempo en búsqueda del pasado reciente de la dictadura en Chile. En ese ejercicio íntimo de la subjetividad, verá cómo se tensionan, cómo estallan y cómo se resignifican sus relaciones sociales y los vínculos al interior de su familia nuclear.

Pieza Amoblada, Valentina Vlanco

“En esta historia, de letra envolvente, son tres las voces, tres las mujeres que hablan y crean una sola voz con sus historias particulares, lazos que se unen por nudos complejos y únicos: Teresa, Sara, Pía, cada una es un punto de este entramado que forma un diseño lleno de claroscuros, de caras y reveses. Ellas nos hablan sobre ellas mismas, o un narrador nos habla de ellas, pero al contar no dicen todo, y es justamente este no decir lo que arma a estos personajes contundentes, de una lana gruesa, hecha de muchos hilos finos, si se mira de cerca. (Bernardita Bravo)

https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-94231.html

https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3583.html

https://www.cafevirtual.cl/21-libros-de-autoras-chilenas/

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