MAGDALENA PETIT MARFÁN (1903-1968)
Tuvo el privilegio de aspirar a una vida instruida desde muy
joven. Así, instada por su padre, cursó la carrera de medicina, la que abandonó
para ingresar al Conservatorio Nacional y estudiar piano. Finalmente, su opción
fue dedicarse a la literatura.
Dotada de una amplia cultura y conocedora profunda de las
letras europeas, especialmente de la literatura francesa, Magdalena Petit se
inició con un artículo sobre Marcel Proust, el que fue publicado en la revista
Atenea. Esto le significó no sólo el reconocimiento de sus pares, ya que fue
una de las primeras en hablar de Proust en Chile, sino que le permitió trabajar
como colaboradora permanente en las revistas Zig-Zag, Nosotros, Excelsior y
Atenea y en periódicos tales como La Nación y El Diario Ilustrado. Sus columnas
y críticas trataron sobre temas de contingencia nacional; autores europeos;
escritores chilenos tales como Gabriela Mistral, Alone, Vicente Huidobro y
Pablo Neruda y comentarios críticos sobre obras de teatro y cintas
cinematográficas.
Cultivó el ensayo, el teatro, la novela, la biografía y
también escribió libros para niños. Tuvo especial interés por las novelas de
base histórica, cuyas fuentes fueron personajes claves y cotidianos de la vida
nacional. En esta línea, escribió La Quintrala (1934), que fue premiada por el
diario La Nación en 1932 y Los Pincheira (1949), ambientada en Chillán.
Asimismo, escribió cuatro biografías de personajes: Don Diego Portales: (el
hombre sin concupiscencia) (1937), Biografía de Gabriela Mistral (1946), El
patriota Manuel Rodríguez (1951) y San Martín y el Ejército Libertado: (un
hombre y su ideal) (1965).
Otro de sus libros más reconocidos por la crítica fue
Caleuche (1946), basado en la leyenda del barco fantasma de los mares de
Chiloé.
No circunscribió su obra al Criollismo literario chileno, pero
sí recibió la influencia de éste, la que se manifestó en: la impersonalidad
narrativa, el determinismo que ejerció el medioambiente sobre los personajes,
la preferencia por suburbios campesinos y urbanos como escenarios y la
documentación histórica. Una excepción a su producción literaria fue Un hombre
en el Universo (1951), pues significó, según Juan Gabriel Araya, "la
superación absoluta de la utilización de los mitos históricos o legendarios y
el ingreso a un espacio novelesco enigmático y psicológico".
María Carolina Geel mostró una nueva faceta: la de
ensayista. Su intención fue dar un merecido reconocimiento a quienes, según la
autora, entregaron un valioso aporte a las letras nacionales: "Estas
reseñas nacieron de un pensamiento de justicia. En mi país la labor literaria
de las mujeres es de incontrovertible valor y trascendencia; sin embargo no
existe, que yo sepa, un volumen que reúna sus nombres y destaque sus obras.
Vacío extraño, en verdad, en una tierra que ostenta el honor de haber sido
honrada, por intermedio de una hija ilustre, con el premio mundial de
literatura.
A estos modestos estudios, les faltan, no pocas figuras ya consagradas, como
una obra de reconocimiento, no de tarea crítica. No hay aquí procedencia de
valores y salvo el nombre demasiado insigne de Gabriela Mistral, el resto sigue
un estricto orden alfabético" (Prólogo. Siete escritoras chilenas.
Santiago: Rapa Nui, 1949, p. 1).
En este modesto volumen, María Carolina Geel destacó la
labor de Gabriela Mistral, a quien definió, desde una perspectiva genérica
masculina, como "uno de los más ilustres poetas del habla castellana de la
primera mitad de nuestro siglo"; a María Luisa Bombal, "la más
depurada prosista de nuestras letras"; a Marta Brunet, "la más
relevante de nuestros escritores criollistas"; a Amanda Labarca, pues
"pocas personas en Chile han tenido una mayor ingerencia en la vida
literaria que ella"; a María Monvel, por su poesía "siempre clara,
transparente, melódica por excelencia y, por tanto, sencilla"; a Chela
Reyes, por manejar "en poco común equilibrio el acento eterno de la poesía
pura con las modernísimas formas que inquietan nuestra época", y, por
último, a Luz de Viana, a quien comparó con Virginia Wolf.
Actuales con sus obras
El cuaderno de Maya, Isabel Allende
Una historia distinta a las que nos tiene acostumbrad@s la
autora. Maya es una adolescente estadounidense que, luego de meterse en
problemas de alcohol y drogas, debe refugiarse en Chiloé para iniciar una nueva
vida.
El lugar del otro, Pía Barros
El lugar del otro> reúne un conjunto de relatos donde es
posible advertir el grado de perfección alcanzado en el oficio de escribir un
cuento. El tema que cruza los cuentos ese lugar-espacio que invadimos, y, a
veces, incluso usurpamos con nuestros propósitos personales, sin pensar en
aquellos a quienes nuestros asuntos afectan y aún algunas veces, como ocurre en
los cuentos El lugar del otro, Eso que tú sabes, Cupones de descuento, aniquila
vidas inocentes (Letras de Chile)
Album familiar, Sara Bertrand
La narradora de esta novela nos habla de una madre que
pierde la memoria, de la experiencia de un régimen y de un grupo de niños que
descubren la ciudad y la costa, el dolor y el miedo, además de los primeros
amores. Así, los días lunes, el himno nacional, las fiestas y una serie de
vivencias son teñidas por el gris de la repetición y el control.
Rudas, Carolina Brown
Cuatro cuentos de mujeres fuertes, puestas a prueba en
situaciones límites, donde la naturaleza y lo salvaje juega un rol clave. Un
libro con una excelente recepción por parte de la crítica y los lectores.
Descolocados. Mujeres empoderadas, hombres perplejos. Lenka
Carvallo
Cómo viven los hombres sus relaciones con la nueva
generación de mujeres?, esa es la pregunta que intenta responder el libro
“Descolocados. Mujeres empoderadas, hombres perplejos”. La publicación se hace
cargo de la parálisis en la que se encuentran los hombres frente a las llamadas
“mujeres alfa”.
Luz en Berlín, Patricia Cerda
Berlín, 1989. Es chilena y hace un año que llegó a la ciudad
para cursar un doctorado en Filosofía. Son años difíciles. La noche del 9 de
noviembre asiste a la conferencia de prensa en que Günter Schabowski anuncia la
apertura de la frontera entre las dos Alemanias. Sumergida en la multitud y el
frenesí de la historia, Luz vive de cerca las dinámicas que llevan a la caída
de la RDA y la reunificación de Alemania.
La leva, Larissa Contreras
La felicidad es una perra en celo, y todos quieren montarla.
Esta afirmación del narrador de la primera novela de Larissa Contreras es el
eje soterrado de las motivaciones y del quehacer de sus personajes. A partir de
ahí se desarrollan los encuentros, las situaciones, las visiones que experimentan
Santiago Lebrel, Graciela y la Central, entre otras figuras destacadas.
El sistema del tacto, Alejandra Costamagna
Ania, la protagonista de esta novela, recibe una petición de
su padre: que acuda en representación de la familia a despedir a su tío Agustín,
quien agoniza al otro lado de la cordillera. Para hacerlo la mujer emprenderá
un viaje de mil quinientos kilómetros, que será también una huida del presente
y un desplazamiento hacia las fronteras difusas de la memoria.
Insolentes, Eva Debia
¿En qué radica la insolencia?… acá hay dieciséis talentos,
dieciséis historias, dieciséis vidas, dieciséis ejemplos: Rosita Serrano,
Matilde Ladrón de Guevara, Matilde Pérez, Ana González, Violeta Parra, Gabriela
Mistral, Sonia Viveros, Stella Díaz Varín, Lily Garafulic, Silvia Piñeiro,
Rebeca Matte, Margot Loyola, Teresa Wilms Montt, Guadalupe del Carmen, Marta
Colvin y Malú Gatica.
Oxido de Carmen, Ana María del Río
“Óxido de Carmen, de Ana María del Río, es una novela de
amor entre dos desafortunados niños, pero en realidad es una metáfora sobre la
hipocresía, la represión, el fanatismo y la nostalgia de la libertad.
Es una historia que narra la presión y la prisión ejercida
por las familias tradicionales chilenas sobre los seres únicos, los que se
niegan a seguir la norma y van contra la corriente con valentía”. Isabel
Allende, escritora
Mano de obra, Diamela Eltit
“Mano de obra”, de la escritora y académica , Diamela Eltit
González, fue considerado como uno de los diez libros iberoamericanos más
destacados del milenio, por el portal hispano Notimérica. El libro, que, en
palabras de Raquel Olea, presenta «una metáfora ejemplar de la fagocitación del
sujeto público y del discurso social en la sociedad chilena actual».
Chilean Electric, Nona Fernández
“Si de algo trata ”Chilean Electric” es de cómo nos ligamos
al pasado, a nuestros recuerdos y a los recuerdos de otros, que pasan a ser
nuestros. Trata de la memoria. En estas páginas el país es la suma de las
historias de sus familias y de sus barrios. Memoria no sólo es hablar de
dictadura y derechos humanos, también es la capacidad de perpetuar que hubo y
hay otras maneras de vivir, otras maneras de comunicarnos, fuera del modelo
cultural y de sociedad que tenemos hoy.” (Ojo en tinta)
Contigo en la distancia, Carla Guelfenbein
«Una novela de suspense literario construida con gran
eficacia narrativa en torno a un memorable personaje femenino y al poder de la
genialidad. La autora ha sabido entrelazar amores y enigmas con una escritura a
la vez compleja y transparente.» Del acta del jurado del xviii Premio Alfaguara
de novela, presidido por Javier Cercas y compuesto por Héctor Abad Faciolince,
Ernesto Franco, Berna González Harbour, Concha Quirós y Pilar Reyes.
Capello, Lilian Flores Guerra
Capello, de Lilian Flores nos relata la infancia de Antonino
Bracco en 1859, un muchacho campesino que vive con su madre y hermanas en el
poblado de Novara, Italia. Su padre y su hermano mayor se encuentran en la
defensa del ejército austríaco. Todo cambia cuando Antonino conoce a Vittorio
Capello, quien posee una tienda de prendas de vestir elegantes, en especial
sombreros, y comienza a trabajar para él, acercándose de esta manera a la clase
alta, ajena hasta entonces a su mundo.
El testamento de Dolores, Pía González Suau
El testamento de Dolores, es una novela histórica situada en
la independencia de Chile. Narra la vida de una niña abandonada en el campo y
que es adoptada en una hacienda como sirvienta. Ella aprende a leer a
escondidas, desafiando todas las normas establecidas. Esto la sumerge en mundos
desconocidos, y divide su existencia entre la rutina doméstica y esa otra
realidad, la de su imaginación, que le permite volar lejos, sin límites.
Todas somos la misma sombra, Catalina Infante
Todas somos una misma sombra es un libro de cuentos que
reúne ocho relatos narrados por mujeres. Sus historias surgen desde una voz
íntima femenina y dan cuenta de esa realidad silenciosa, subterránea y
desconocida de las mujeres. Una caja secreta que se guarda muy adentro, una
sombra oscura donde se esconden la frustración, la rabia, lo no dicho, la
obsesión, la locura y el desamor.
Geografía de la lengua, Andrea Jeftanovic
Sara y Alex se conocen a bordo de un avión. Amor visceral
inmediato a pesar de que no comparten la misma lengua. Desplazamientos de Sara
hacia el Norte y de Alex hacia el Sur, sin que el hombre logre superar del todo
una actitud de desconfianza hacia este hemisferio. En sucesivos encuentros, la
pareja se familiariza con sus cuerpos y las apetencias eróticas de Alex,
principalmente, pero sin ingresar a la interioridad del otro por el obstáculo
de la lengua y porque la mayor parte del tiempo la relación se lleva a cabo en
la realidad virtual .(Letras/My site)
El diario de viaje de desmadre. Italia. Gilda Luongo
“El Diario de Viaje de Gilda Luongo expresa públicamente su
malestar
subjetivo radical dentro de los códigos de la cultura
patriarcal y hace problemático el estatuto de la mujer dentro del discurso
hegemónico de la cultura dominante. Su mayor fuerza, y de allí su propio nombre,
focalizar la tensión existencial en el vínculo madre hija y dar cuenta de las
rupturas de los sentidos y significaciones esencializadas en torno a la
identidad de género. Gilda introduce la fractura de nociones de identidad y
ofrece la
materialidad flagrante de los cuerpos y sus movimientos
animados por pasión, deseo, goce y dolor. (Olga Grau)
Contra los hijos, Lina Meruane
Rudo e impío, y cargado de humor, Contra los hijos cuestiona
los discursos culturales que promueven la preeminencia del hijo y lo llevan a
ocupar un lugar despótico en el siglo XXI. Versión revisada y ampliada del
publicado en 2014, este ensayo es una provocadora advertencia contra el retorno
de un modelo conservador que pretende devolver a las mujeres al encierro
doméstico.
Antes del después, Montserrat Martorell
Olimpia es una joven estudiante de literatura que descubre
un secreto que marcará el devenir de su familia. Afectada por la bipolaridad y
los recuerdos de su infancia, la protagonista de Antes del después va bordeando
el tiempo en búsqueda del pasado reciente de la dictadura en Chile. En ese
ejercicio íntimo de la subjetividad, verá cómo se tensionan, cómo estallan y
cómo se resignifican sus relaciones sociales y los vínculos al interior de su
familia nuclear.
Pieza Amoblada, Valentina Vlanco
“En esta historia, de letra envolvente, son tres las voces,
tres las mujeres que hablan y crean una sola voz con sus historias
particulares, lazos que se unen por nudos complejos y únicos: Teresa, Sara,
Pía, cada una es un punto de este entramado que forma un diseño lleno de
claroscuros, de caras y reveses. Ellas nos hablan sobre ellas mismas, o un
narrador nos habla de ellas, pero al contar no dicen todo, y es justamente este
no decir lo que arma a estos personajes contundentes, de una lana gruesa, hecha
de muchos hilos finos, si se mira de cerca. (Bernardita Bravo)
https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-94231.html
https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3583.html
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