Afirmacion o pregunta
Los libros pueden ser una herramienta para el empoderamiento de la mujer
Un equipo del Centro de Estudios de Promoción de la Lectura y Literatura Infantil (CEPLI), perteneciente a la Universidad de Castilla-La Mancha, trabaja actualmente en un proyecto titulado “¿Por qué leen más las mujeres? La variable género en la formación de lectores”.
De acuerdo con el Módulo sobre Lectura 2020, un 43.8 por ciento de la población femenina tiene este hábito, mientras entre los varones es el 38.1%.
Una investigación partió de la hipótesis de que “determinadas características de la socialización de género femenino favorecen la integración de la lectura en el estilo de vida y en la creación de hábitos lectores”. En otras palabras, muchas conductas -entre las cuales se encuentran las actividades de ocio- se consideran “masculinas” o “femeninas” en función de estereotipos culturales ya desde la niñez.
En nuestra sociedad, la lectura de libros estaría más asociada a las niñas que a los niños, lo cual ocasionaría que ese hábito arraigara mejor en las mujeres que en los hombres. Santiago Yubero Jiménez, subdirector del CEPLI y líder de la investigación en curso, ha declarado que, en la forma en que se construyen los roles de feminidad y masculinidad, “la lectura forma parte de un estereotipo femenino”.
En este sentido, el apoyo del grupo tiene una importancia enorme: “Las mujeres pueden hablar de lecturas que han hecho con otras mujeres. Los hombres también, pero no todos”, señaló Yubero. El especialista aclaró, de todas formas, que la cuestión se equilibra entre los grandes lectores, grupo en el cual “los hombres que leen mucho son igual que las mujeres que leen mucho”.
Los conclusiones de un estudio británico son coherentes con la hipótesis de los investigadores del CEPLI. Se trata de una encuesta entre 32.000 niños y adolescentes, a cargo del National Literacy Trust (NLT), una asociación no lucrativa que promueve la educación en el Reino Unido, según la cual ya en esa etapa las niñas mostraron un entusiasmo mayor por la lectura que los niños.
El trabajo, por otra parte, parece oponerse al prejuicio de que los varones son más apegados a los dispositivos electrónicos que las niñas, dado que -según sus resultados- ellas leen más textos en soporte digital que los niños, mientras que estos leen más que ellas en papel.
Los libros, una puerta de ingreso al mundo de la cultura
La escritora Esther Tusquets también alude a la importancia de los años de formación. “Estudios realizados en las escuelas muestran que los niños dan menos valor a la lectura, se mueven más, escuchan menos -apunta-. Creo que lo fundamental es esto: escuchan menos. Los varones se interesan menos por las historias de los otros. Nosotras sentimos una curiosidad insaciable por los otros, que puede desembocar en chismorreos de patio de vecinos o en grandes obras literarias, y a veces en ambas cosas a la vez”.
La frase de Tusquets forma parte del prólogo del libro Las mujeres, que leen, son peligrosas (Ed. Maeva, 2006), una historia ilustrada, por medio de pinturas, dibujos y fotos, de la relación de las mujeres y la lectura desde la Edad Media hasta la actualidad. En esta obra se cita una frase de la periodista y escritora francesa Laure Adler, autora de un Manifiesto Feminista, que aporta otra explicación posible: “Los libros no son para las mujeres un objeto como otro cualquiera. Desde los albores del cristianismo hasta hoy circula entre ellos y nosotras una corriente cálida, una afinidad secreta, una relación extraña y singular, entretejida de prohibiciones, de aprobaciones, de reincorporaciones”.
Por ello, esa es otra opción: considerar que la mayor afición de las mujeres por la lectura de libros es una respuesta a las restricciones y prohibiciones que sufrieron durante siglos. “Es indudable -añade Tusquets- que el acceso a la lectura, que es la principal puerta de ingreso al mundo de la cultura, supuso un gran avance para la mujer, como para cualquier colectivo étnico o social en posición de desventaja y de dependencia”.
Sin embargo, no todas las miradas ven como algo positivo para las mujeres el hecho de ser más lectoras que los hombres. Al presentar su ensayo Las buenas chicas no leen novelas (Ed. Península, 2013), la italiana Francesca Sarra declaró que “las mujeres son las que más leen pero, también, las mayores víctimas de un mercado editorial machista”.
Y esto se debe, según explica en el libro, a que la mujer como lectora es un “instrumento” de ese mercado, no solo porque le permite ganar dinero, sino también “porque es un dispositivo de edificación intelectual, es decir, sirve para construir y elevar la figura del intelectual. Varón, naturalmente”.
Una actividad “improductiva”
Otro posible motivo de que los hombres lean menos quizá también puede buscarse en la idea de que leer libros por placer es una “actividad improductiva”, algo que, dentro de los cánones de la sociedad patriarcal tradicional, siempre estuvo más vinculado con lo femenino que con lo masculino.
De hecho, según el Barómetro de Hábitos de Lectura, las mujeres no solo leen más libros, sino también revistas y redes sociales. Los hombres, en cambio, leen más periódicos y sitios web (incluidos blogs y foros), aunque también más cómics. En general, casi la mitad de los encuestados (el 47,7 %) dice que no lee con mayor frecuencia por falta de tiempo.
En cualquier caso, las mujeres no solo leen más, sino que entre quienes se gradúan en Filología (es decir, lengua y literatura) son amplia mayoría: más del 70 % son licenciadas. Sin embargo, según un informe publicado hace unos años en eldiario.es, firmaban menos de la cuarta parte de los artículos sobre libros en los suplementos literarios de alcance estatal. El mismo trabajo remarcaba la presencia muy minoritaria de libros escritos por mujeres en el total de obras comentadas, en los rankings de los más vendidos y en los especiales sobre libros.
Parece claro que las explicaciones de por qué las mujeres leen más no tienen que ver, entonces, con factores de tipo psiconeurológicos, como los referidos a la primacía de las niñas sobre los niños en el desarrollo del lenguaje, ni fisiológicos, como los que hablan de un sistema límbico más propenso a la lectura de novelas. Es más bien la cultura en la que vivimos la que promueve esa afición más en las mujeres. La misma cultura la que, a la vez, las margina a un lugar de “instrumento” o de puras “consumidoras”.
Las mujeres aumentan la brecha de lectura con los hombres
El 37,8% de la población no lee nunca o casi nunca, según el último barómetro encargado por la Federación de Gremios de Editores
Las mujeres leen más que los hombres en España y la brecha
va en ascenso. Según el último Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de
Libros de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), presentado
este viernes, esa diferencia ha aumentado un punto porcentual respecto al
estudio anterior, que recogía los datos de 2018. En concreto, el 68,3% de
mujeres lee libros en su tiempo libre frente al 56% de los hombres....
En 2021, el 70% de las mujeres
y el 59% de los hombres afirmaron leer en su tiempo libre. La población de
entre 14 y 24 años es la que más lee y sólo se acercan los porcentajes de
hombres y mujeres lectoras en la franja de edad por encima de los 65 años, en
todas las demás las mujeres leen más que los hombres con diferencia.
Las mujeres en México leen más
libros que los hombres, pues el Inegi calcula que 43.8 por ciento de la
población femenina tiene este hábito, mientras los hombres constituyen apenas
el 38.1%.
Es dificil encontrar información de quien lidera la lectura en otros paises, tema que considero interesante.
Fuente: https://www.eldiario.es/era/mujeres-leen-mas-libros-hombres_1_2147528.html
https://www.milenio.com/politica/comunidad/mundial-lectura-mujeres-leen-hombres-inegi
https://elpais.com/cultura/2020/02/21/actualidad/1582288090_293986.html
https://www.elcomercio.es/sociedad/magacin/barometro-habitos-lectura-espana-mujeres-leen-mas-20220604121828-nt.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario