jueves, 7 de marzo de 2024

Mujeres en Chile en diferentes décadas

 





Existen diferentes miradas, según la época en que se vive, a continuación muestro diferentes miradas, de la mujer en el tiempo, el protagonismo femenino ha ido cambiando, según situaciones, han existido mujeres sobresalientes, pero otras han vivido desde el anonimato, sin mostrar sus habilidades y más, incluso desde tiempos inmemoriales, la mujer ha sido invisible, pero muchas se han arriesgado a mostrarse, lo que muchas veces no fue bien visto, pese que los tiempos han cambiado, aún hay mujeres que no se atreven a ser las protagonistas.

El registro de su participación en la historia colonial y republicana ha sido una materia de preocupación reciente. La participación de las mujeres en ámbitos sociales, culturales, económicos y políticos ha estado ausente de buena parte de los grandes relatos de la historia del país. Hasta hace dos décadas atrás, el escaso registro de su actividad era más bien de carácter irregular y anecdótico concentrándose, por ejemplo, en biografías de mujeres destacadas, el llamado "registro compensatorio"; en apologías de ciertos estereotipos femeninos, tales como la descripción de la "mujer araucana", la "mujer campesina", "la mujer aristocrática"; o en la elaboración de relatos que presentaban la historia de las mujeres sólo como un proceso complementario, y no constitutivo, de la historia nacional.

La vida cotidiana de las mujeres estuvo marcada por el sector social en el que nacían. Las mujeres que llegaron a Chile durante la conquista provenían de España, Perú, México y Portugal; y se sumaron a la empresa de la conquista defendiendo las ciudades atacadas por los indígenas, ayudando en el traslado de ancianos, niños y mujeres o acompañando a los conquistadores en el día a día. Estas tareas impidieron que las mujeres recién llegadas se dedicaran a las tareas domésticas, para lo que utilizaron, en un comienzo, a indígenas y esclavas. Con el paso de los años contrataron a mestizas, dando inicio así al servicio doméstico.

En cuanto a la vida privada de las mujeres, quienes recibían educación fueron primordialmente las mujeres de élite, a quienes se les enseñó temáticas relacionadas al manejo del hogar y educación religiosa. Algunas más privilegiadas tuvieron acceso a educación en el hogar o a cargo de monjas. En esta época era raro que las mujeres se educaran e incluso, que aprendieran a leer o a escribir.

En 1930 el panorama en Chile, con respecto a la mujer, era de apertura y cambios: trabajan por reivindicaciones civiles y políticas, fundando organizaciones para extender las oportunidades culturales, económicas, cívicas y sociales; esta instancia más las consecuencias económicas de la crisis de 1930, que elevó el costo de la vida urbana de los chilenos, generaron que el vestuario comenzara un proceso de democratización, en el cual las telas se hicieron más accesibles y la producción en serie se extendió tanto entre las elites como en las clases medias.

En 1940, el segundo Congreso del Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile reunió, a dirigentas de la capital con las de provincias. Fortaleció los vínculos políticos y sociales y contribuyó a la mayor visibilidad pública de sus demandas. Los temas tratados en este encuentro y cubiertos por La Mujer Nueva - el voto político, protección a la mujer trabajadora, la paz y la democracia y la relación con otras instituciones femeninas - reflejaron la madurez que había alcanzado la organización.

En 1950, Movimiento de mujeres en Chile

Según una investigación se muestra la participación política de las mujeres en Chile, en particular las organizaciones de mujeres en la década de 1950 que luchan por mejorar las condiciones de vida de las trabajadoras y las mujeres más precarizadas. Hay 10 años de lucha comprendidos entre 1950 al 1960, donde las mujeres trabajadoras hicieron suyos los principios del feminismo, disputando el poder político de organizaciones importantes como la Central Única Trabajadores (CUT), con el fin de hacer de las luchas de las mujeres una demanda central para el movimiento obrero, también formaron confederaciones de obreras como la Unión de Mujeres de Chile, y la lucha por promulgación de leyes que buscaron mejorar sus condiciones de vida, como lo fueron la ley de jardines infantiles y rebaja de la edad de jubilación.

Años 60 y 70, Movimiento de mujeres en Chile

A partir del año 1954, las mujeres de los sectores populares comenzaron a agruparse en centros de madres con la creación de una institución especializada llamada “El Ropero del Pueblo”, pero los centros de madres no terminaron de consolidarse hasta llegar al año 1962, con la creación de Central Relacionadora de los Centros de Madres (CEMA) la cual fue dirigida en 1964 por la Primera Dama de la nación, María Ruiz-Tagle (Valdés y Weinstein,1993).

También surgió la conformación de las Juntas de Vecinos y Organizaciones Comunitarias (1968), que incluía los Centros de Madres en la ley N° 16. 880 durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva (Valdés y Weinstein,1989). Sin embargo, la Coordinadora de Centros de Madres (COCEMA) decretada por el gobierno de la Unidad Popular, comenzó a otorgar una relación de las mujeres populares con la sociedad actual, con el fin de establecer lazos comunitarios de las mujeres pertenecientes a aldeas, barrios y poblaciones (Consejería Nacional de Promoción Popular, S/A).

la sociedad chilena experimentó una creciente democratización mediante las reformas agraria y universitaria, las leyes de promoción popular y la organización de trabajadores urbanos, campesinos, estudiantes y pobladores. Durante esos años el Estado expropió casi el 50% de la tierra cultivable, creando asentamientos y Centros de Reforma Agraria (CERA), aboliendo el inquilinaje y triplicando el ingreso rural (Tinsman, 1995).

Recordamos que a inicios de los años sesenta la economía latifundista y las reformas agrarias de los gobiernos de la Democracia Cristiana y de la Unidad Popular predominaban (Tinsman, 1995). Es en este contexto, que la escolarización de las mujeres chilenas comienza a ascender expresándose en la cobertura educativa global en un 95% para 1973 (Rojas, 1994), esto debido a la implementación de las reformas educacionales de Frei con la enseñanza agrícola para mujeres, la ampliación de la educación básica de 6 a 8 años y la disminución de la secundaria de 6 a 4 años.

Producto de la política impulsada por el gobierno de Frei hacia la educación y centros de madres, las mujeres comienzan a tener más oportunidades con la aprobación de Ley de Jardines Infantiles, la ampliación del Fuero Maternal y el permiso Pre y Posnatal (Rojas, 1994). Durante el período de los años sesenta y setenta, el movimiento de mujeres a nivel internacional toma protagonismo con la lucha por los derechos reproductivos y sexuales por la demanda de la distribución de la píldora anticonceptiva en Europa y Estados Unidos (Fraser, 2015), pero esta demanda no tuvo mayor impacto dentro de las demandas de liberación femenina en Chile en aquella época, donde los sectores que se reivindicaban feministas correspondientes a sectores medios y profesionales rehuían del movimiento internacional (Rojas, 1994).

Los CEMA fueron un pilar fundamental para la organización de las mujeres en los barrios populares a nivel nacional, donde hasta fines de 1973 alcanzaron una cantidad de 20.000 centros a nivel nacional, lo que podría expresar un millón de mujeres organizadas en ellos bajo capacitaciones en costura, tejidos, cocina y artesanía (Rojas, 1994).

Desde la década de 1980, una nueva generación intelectual, compuesta principalmente por mujeres comprometidas con la ampliación de la historia social, ha estado desarrollando una especialidad conocida como historia de la mujer. La aparición de tesis de grado, artículos y libros, buena parte de ellos auspiciados por organizaciones feministas, interrogan el pasado de las mujeres y han dado a luz nuevos conocimientos, más allá de la historia de la familia, sobre una amplia y variada gama de temáticas como la historia de las organizaciones políticas, la historia de la educación y el trabajo, la sexualidad, la legislación y la demografía en los más diversos periodos de la historia del país. Desde mediados de la década de 1990, el avance de dicha especialidad ha revelado que es más preciso hablar de historia de las mujeres, pues los estudios que privilegian la investigación sobre el pasado femenino dan cuenta que ellas participan en amplias esferas de la vida social y son protagonistas de fenómenos históricos de larga duración como la constitución del mercado laboral, la familia urbana, la cultura material o la construcción del Estado moderno.

Entre la producción sobre historia de mujeres en Chile, los intereses se han concentrado en diversas áreas de estudio: mujeres en espacios "públicos", mujeres y política, mujeres y trabajo, y mujeres, cultura y vida privada.

En la década del ’90

En los años ’90 y comienzos del 2000, en el desarrollo de la transición a la democracia, el periodista, Salvadar Young, “por medio de estas historias personales se manifiesta la identidad chilena, y latinoamericana”, desde el conocido “ni ahí”, donde  aún no hay un carácter tan politizado en la juventud”.

“Hay mucho estereotipo y situaciones cursis, feroces trágicas y cómicas” dice Young. Y agrega que la identidad de América Latina, en general, siempre une todos esos factores, por lo que es muy difícil de eliminar”.

En la actualidad la mujer ha sobresalido en los diferentes ámbitos, pero aún existe el machismo.

Para mi es importante ir avanzando y nunca dejar de aprender, porque la mejor herramienta es el conocimiento,

https://www.laizquierdadiario.cl/Movimiento-de-mujeres-en-Chile-Las-mujeres-en-los-anos-sesenta-y-setenta

http://bibliotecadigital.academia.cl/xmlui/handle/123456789/5585

https://vistelacalle.com/la-mujer-chilena-en-los-anos-30

https://www.laizquierdadiario.cl/Movimiento-de-mujeres-en-Chile-Las-mujeres-en-los-anos-sesenta-y-setenta

https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3451.html

Patricia Marangunic M.

 

 

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